Tuesday, May 11, 2010

Mi segundo angel


Con la disyuntiva de encontrar una solución al financiamiento de mi triterapia, pensaba y pensaba, qué podría hacer!. Puesto que ya tenía muy claro que yo no podría continuar comprando las drogas y el tiempo continuaba su inexorable camino.

Algunas mañanas desperté verdaderamente angustiado, sabiendo que la interrupción de la triterapia solo significaría en un mediano plazo, la reactivación del virus y toda la secuela de enfermedades que ello implica.

A dos semanas del término de la triterapia, me correspondía un control médico gratuito en el hospital público donde me atienden. El médico, que es un servidor público excepcional ( siempre he pensado que su enorme vocación, es lo que lo impulsa a prestar un servicio, en un hospital público con una muy mal remuneración... a diferencia del otro médico que mencioné al comienzo de mi historia que, al parecer tenía como objetivo principal enriquecerse a costa de los cero positivos )

El, como siempre lo hacía en cada chequeo de salud, me examinaba de pies a cabeza, me consultaba por cualquier dolencia que mi organismo hubiese manifestado, etc, etc.

Pero, ese día, en particular... se puso a leer mi historial clínico completo, que a la fecha incluía varias hojas... y se percató de que yo había empezado una biterapia cuando mi recuento de CD4s superaban los 500 y que dicha biterapia la había financiado yo solo...

entonces me preguntó que cómo me las había arreglado para agregar la tercera droga...
le conté del médico canadiense que me enviaba el CRIXIVAN en forma gratuita y del trueque que había logrado en una ONG para conseguir el EFAVIRENZ...y aproveché de contarle que yo había llegado al límite de mi esfuerzo económico y que me quedaban drogas solo para dos semanas más.

"Me estás diciendo que, en resumen, durante todo este largo período, TE HAS FINANCIADO TU SOLO TODO EL TRATAMIENTO??" preguntó con cara de incredulidad.

Por supuesto doctor, le respondí, y como mi conteo de CD4s jamás ha bajado de los 300... no tengo opción a un tratamiento gratuito.

"PERO ESTO NO PUEDE SER" acotó... y me dijo que iba a tratar mi caso en la próxima reunión semanal con el equipo interdisciplinario del hospital integrado por el Director del hospital, el médico jefe de Inmunología, dos médicos inmunólogos, una asistente social y una sicóloga ( aparte de él )... y me pidió que regresara a conversar con él la semana siguiente para informarme el resultado de su gestión.

Era un día Lunes, y salí con cierto grado de esperanza, y muy agradecido de la preocupación de este médico, que me permitía visualizar una pequeña luz al final del tunel. Esperar siete días, para saber cómo le había ido en dicha reunión, se me antojó una eternidad...pero al menos tenía esperanza de que algo positivo pudiera ocurrir.

El día Viernes, de esa misma semana, recibí una llamada del hospital... era la Asistente Social...que luego de identificarse...me informaba que "considerando los antecedentes proporcionados por mi médico, y sobretodo mi historial clínico", habían decidido...

INCLUIRME ENTRE LOS PACIENTES QUE RECIBEN TRITERAPIA GRATUITA... y que a contar del día Lunes yo podría acercarme a su oficina en el hospital, para completar la ficha correspondiente y empezar a recibir de inmediato las drogas necesarias para continuar con mi tratamiento.

NO LO PODÍA CREER !... nuevamente un "angel terrenal" había interferido para solucionar mi problema, cuando yo me encontraba al límite de mi capacidad de esfuerzo.

Es así, como a partir de esa fecha, recibo mi TRITERAPIA, cada mes, en forma gratuita y, por supuesto tengo acceso a los exámenes de CD4s y Carga Viral ( y todos lo que se necesiten )

Cuando retiré mis primeras drogas de la farmacia del hospital, me dirigí a la consulta del médico y apenas lo divisé, me acerqué para agradecerle porque prácticamente me había salvado la vida. "ES LO MENOS QUE PODÍA HACER POR TI" me dijo, antes de entrar nuevamente a su oficina para atender a un nuevo paciente y se despidió con un cálido apretón de manos.

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