Saturday, October 30, 2010

Salud Responsable


Cuando una persona es diagnosticado como HIV+, se desmorona emocionalmente y este desequilibrio psicológico puede inducirlo a tomar medidas extremas con su vida.
Hasta el presente año, se reportan suicidios en varios países. Posiblemente porque nadie está preparado para recibir una “sentencia de muerte” según la archipublicada teoría de que esta enfermedad acelera significativamente el camino al más allá.

Pero, acaso es distinto el panorama para el resto de las enfermedades catastróficas?
Las personas dignosticadas con “Cancer” o “Esclerosis Múltiple” (por nombrar solo dos), igual enfrentan una sentencia de muerte, aunque nadie los estigmatiza socialmente.

Y ahí radica la gran diferencia, para enfrentar estas enfermedades. Mientras los pacientes con HIV somos estigmatizados, el resto de los diagnosticados con otras dolencias… no lo son.

Por lo expuesto, es de vital importancia enfrentar el diagnóstico con pragmatismo y una gran dosis de responsabilidad. Porque uno, poco a poco se transforma en el mejor consejero de uno mismo.

Recuerdo, a los pocos meses de saber que era HIV+…que una noche pensé si estaría vivo cuando ocurriera el cambio de milenio. (...y aquí estoy "vivito y coleando" el año 2010) A la semana siguiente, me propuse recabar toda la información existente a la fecha, para interiorizarme de los tratamientos, los cuidados y dieta que debería seguir a contar de ese día.

Me contacté con seropositivos de varios países y tras enterarme de esas vivencias concluí que mi primer mandamiento para sobrevivir sería:
“SE RESPONSABLE CON TU SALUD”.

Y esto, me permito aconsejarlo a todos los que recién inician esta senda, tras ser diagnosticados como portadores del HIV.

La responsabilidad en los controles médicos, la ingesta de la triterapia a las horas y con la frecuencia que corresponda, una alimentación adecuada, el escuchar siempre una “segunda opinión médica” y el fin de “la vida loca” son vitales para la mantención de un buen estado de salud. (No estoy diciendo que debas transformarte en un ermitaño o en un monje frapense…mira que la vida es bella y hay que vivirla…pero con un cable a tierra en forma permanente)

Si por el contrario, decides considerar tu enfermedad como una dolencia pasajera, deberás soportar la llegada de enfermedades oportunistas en forma frecuente y serás el principal testigo del deterioro de tu salud. En otro posteo me referiré a los muchos casos que conozco de los que optaron por una “salud irresponsable” y que han debido pagar un alto costo por su decisión.

TESTIMONIOS


Guillermo Murillo, 38, líder comunal en Alajuela, Costa Rica.
Ex presidente de la primera asociación de costarricenses con VIH

" El diagnóstico del SIDA era una sentencia segura de muerte física, pero hoy no lo es tanto, gracias a los nuevos medicamentos. Sin embargo, para muchos el SIDA sigue siendo una sentencia de muerte social. En América Central, creo que hace falta que las personalidades públicas -políticos, artistas y deportistas-se involucren más en el combate contra el SIDA y que se opere un cambio social para evitar la discriminación y el contagio."


Hugo Estrada, 48, mexicano, coordinador del Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH/SIDA en México.

- "1996 fue para mí un parte-aguas. Todo mi esfuerzo había estado enfocado hasta entonces a la realización de un "proyecto de vida", en torno a mi vocación profesional. Pero ese año recibí el diagnóstico de VIH positivo. Era un pronóstico de muerte inminente. Mi proyecto de vida se derrumbó. Pensé: jamás volveré siquiera a sonreír.

Muy pronto, sin embargo, fueron llegando las respuestas una a una. Luego de la Conferencia Mundial de Vancouver, Canadá, me enteré que sí había posibilidades de sobrevivir durante algunos años con buena calidad de vida, pues aparecieron nuevos fármacos, aunque, por sus costos, parecían inalcanzables. Surgió entonces un impulso por hacer algo más. Sorpresivamente mi casa estaba llena de amigos que compartíamos un sueño: tener acceso a nuevos medicamentos y sobrevivir con calidad de vida.

Eran los primeros trazos de un "nuevo proyecto de vida". Los siguientes fueron años de lucha, salimos a la calle a protestar, nos sentamos en las mesas a discutir y llegamos a las oficinas públicas a incidir en las políticas de salud en relación VIH/SIDA. Ha sido un tornasolado camino con grandes y luminosos triunfos, pero también con oscuros y tristes senderos. Muchos ya tenemos acceso a los medicamentos pero aún faltan otros. Por ellos continúo en esta lucha, porque estoy convencido que al luchar por ellos, lucho también por mí. Y sí, volví a sonreír y a ser".



Pablo Anamaría, 30, educador y activista de PROSA, ONG peruana

"Soy seropositivo. Lo sé desde hace siete años. A pesar del apoyo psicológico que me dieron antes del examen, al recibir la noticia fue como si se abriera la tierra a mis pies. Vivía solo, no quería contarle a mis amigos. Llamé a mi ex pareja para avisarle, no pude evitar un tono de imprecación, pues yo sabía que había sido fiel y la contaminación me vino por él. ¿Después, a quién decirle? ¿Con quién compartir mi soledad y mi pánico? Llamé a mi madre y junto a ella hablé con el resto de mi familia.
Me seguían queriendo, pero sentí que se alejaban físicamente de mí, por miedo, sin duda. Solo mi madre se atrevió a vencer su miedo y abrazarme."