Unas 34 millones de personas eran portadoras del VIH (virus del sida) en 2010, un número récord atribuible en gran medida a la generalización de tratamientos que prolongan la vida de los seropositivos y alientan la esperanza de desterrar la pandemia, indicó este lunes ONUSIDA.
“Nos encontramos en la antesala de un importante hito en la respuesta al sida”, afirmó el director ejecutivo de esa entidad de Naciones Unidas, Michel Sidibé. “Hace tan solo unos años, parecía descabellado hablar sobre el fin de la epidemia a corto plazo. Sin embargo, la ciencia, el apoyo político y las respuestas comunitarias están empezando a dar frutos claros y tangibles”, agregó.
“Actualmente más personas que nunca viven con el VIH, en gran parte debido al mayor acceso al tratamiento”, subrayan los expertos que elaboraron el informe, que cifra en 34 millones -un 17% más que en 2001- el número de seropositivos.
Esos datos reflejarían una expansión significativa del acceso al tratamiento antirretrovírico, que ha ayudado a reducir las muertes relacionadas con el sida, en especial en los últimos años.
Las cifras también reflejan “el continuo número de nuevas infecciones”, aunque esa tendencia da señales de invertirse con un 21% de disminución en los casos registrados entre 1997 y 2010.
Asimismo la cantidad de muertes por sida disminuyó a 1,8 millones en 2010, frente a 2,2 millones de decesos anuales a mediados de los años 2000.
“Desde 1995 se ha evitado un total de 2,5 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos debido al tratamiento antirretrovírico” y tan sólo en 2010 “se evitaron 700.000 muertes relacionadas con el sida”, señala el documento de 52 páginas.
“La epidemia del sida aún no terminó, pero el final puede estar cercano si los países invierten de manera inteligente”, subraya ONUSIDA.
El organismo plantea un objetivo ambicioso: “En los próximos cinco años, las inversiones inteligentes pueden impulsar la respuesta al sida hacia el logro de la visión de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida”.
La región más afectada siendo África subsahariana (5% de prevalencia entre la población adulta), seguida por el Caribe y Rusia (0,9%).
En América Latina la evolución se mantiene estable desde inicios de los años 2000 (0,4% de prevalencia). También se mantiene “obstinadamente estable” en América del Norte (0,6%) y Europa occidental y central (0,2%), “a pesar del acceso universal al tratamiento, de la atención y el apoyo, y de la amplia sensibilización” al tema, señala el trabajo.
La proporción de mujeres con VIH se ha mantenido estable (alrededor del 50%), aunque hay más mujeres que hombres infectadas en el África negra (59%) y en el Caribe (53%).
A fines de 2010, un 68% de seropositivos vivía en África subsahariana, donde sin embargo habita apenas el 12% de la población mundial. Desde 1998, un millón de subsaharianos muere de sida anualmente y en 2010 la mitad de los decesos por causas relacionadas con el sida en el mundo se registraron en África austral. A pesar de todo esto, el número de contagios cayó en 33 países, 22 de ellos situados en África subsahariana.
En el Caribe, había en 2010 unos 200.000 seropositivos (adultos y niños), frente a 210.000 en 2001. Y las nuevas infecciones se redujeron un tercio en el mismo periodo.
Influyó en ello “el acceso cada vez mayor a los servicios de prevención del VIH para las mujeres embarazadas”, que ha permitido “una marcada disminución en el número de niños” con VIH y en la mortalidad infantil por sida.
En América Latina, el número de nuevas infecciones anuales, que registraba un descenso constante desde 1996, “se estabilizó en los primeros años del nuevo milenio y ha permanecido estable desde entonces a 100.000 por año”.
Por último el informe destaca la respuesta “completa y temprana” de Brasil ante la epidemia, garantizando “el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH para las personas más vulnerables y marginadas”.